
La importancia de la exfoliación corporal
El proceso de exfoliación es la cualidad de tu piel para renovar los tejidos con células muertas, es ideal para mantener la correcta salud y balance de la piel.
Es ideal para eliminar la piel muerta y los residuos de la piel, además funciona como un empujón para la correcta regeneración y salud de la piel.
Aunque no estemos consientes y llevemos un régimen del cuidado de la piel, la contaminación, los estresantes ambientales, el estrés incluso el excesivo uso del maquillaje pueden dañar a la correcta salud de la piel e incluso generar una cantidad mayor de células muertas.
La exfoliación funciona como un método purgante para todos estos excesos eliminando de la piel lo que cuerpo no necesita.
A pesar de que en proceso natural del cuerpo este se ve menguado por el paso del tiempo y en épocas de estrés extremo, además del cansancio que cada uno de nosotros experimenta en algún punto del tiempo, esto se ve reflejado en la piel por medios signos de resequedad o poca oxigenación.
Al no existir una exfoliación (remplazo de la capas de la piel) y deja que la cantidad de piel muerta aumente la piel lucubra con una imagen marchita, apagada y envejecida.
Es por esta sencilla razón que es de vital importancia complementar la limpieza, hidratación y protección del rostro con una exfoliación semanal. Es decir, ayudar al proceso natural de la piel con algún producto que remueva las células muertas para darle paso a una renovación celular de la dermis.
La exfoliación asegura una regeneración efectiva al permitir a la piel absorber los nutrientes y principios activos de los productos humectantes y de rejuvenecimiento. Asimismo estimula la oxigenación celular.
Cómo elegir el exfoliante más indicado para tu piel.
- Que sea hipoalergénico.
- Posea algún hidratante.
- No irrite la piel.
- Que no sea grasoso.
- Ideal para la piel seca, sensible y mixta y que no maltrate la piel.
- Para piel grasosa y que remueva no solo la grasa sino la piel muerta.
¿Cómo se deben usar los exfoliantes?
- Se recomienda exfoliar la piel al bañarse para aprovechar el vapor del agua, pues este prepara los poros favoreciendo el proceso.
- Hacer masajes circulares ascendentes.
- Retirar con abundante agua cualquier residuo de exfoliante.
- Al terminar, aplicar un tónico en el rostro. El agua de rosas es una buena opción.
- Finalmente hidratar para asegurarse de que la piel quede firme y renovada.
- Si es la primera vez que se exfolia la piel, empiece haciéndolo una vez a la semana y al mes aumente a dos veces por semana.
- Si su piel es muy fina y delicada, unas dos veces al mes será suficiente.
- No olvide que la piel es el órgano más grande del cuerpo, por eso no se limite a exfoliar la piel de la cara, consienta el resto de su cuerpo.