Peeling

Un peeling químico es un procedimiento dermatológico común mente utilizado para mejorar el aspecto de la piel dañada por el sol, para eliminar la rosácea, arrugas, mejorar las cicatrices de acné o eliminar manchas. Dependiendo del nivel de penetración del peeling se eliminarán más capas de piel. A mayor profundidad, mayores los efectos pero también mayores son los riesgos. Aunque el peeling está indicado en casos de envejecimiento fisiológico o solar y para el tratamiento de manchas y acné, también puede emplearse como un medio para mantener una piel sana, tersa, libre de impurezas y luminosa.

Existen 3 tipos de peeling químico de acuerdo a la profundidad y efectos que causan en la piel.

Peeling superficial: Cierra los poros, atenúa las cicatrices originadas por el acné y las arrugas finas. Además, aporta uniformidad al tono de la piel y un aspecto más juvenil y saludable. Ayuda a controlar el acné, las foliculitis y las secreciones sebáceas, mejora la condición de la piel para someterse a otro tratamiento dermatológico.
Peeling profundidad media: está indicado en el caso de envejecimiento solar o tóxico ya que actúa sobre las arrugas finas y para controlar las manchas producidas por el sol. También se emplea como paso previo o complemento de muchos tratamientos como la microdermoabrasión, lifting o rellenos.

Peeling profundo: Los mejores resultados son obtenidos con este peeling, actúa sobre las arrugas superficiales, las de nivel medios y profundas, eliminar manchas solares y queratosis. Asimismo, produce la retracción de la piel, lo que ayuda a mejorar notablemente los problemas de flaccidez. Es el peeling con más riesgo por su profundidad y su concentración, para su uso antes se tiene que hacer una valoración médica.

Una aplicación dura entre 10 minutos y 2 horas.

La periodicidad del peeling también dependerá del objetivo del tratamiento así como de la sustancia empleada. En los peelings para aportar luminosidad al rostro se realizan entre cuatro y ocho sesiones semanales o quincenales. Una vez obtenidos los resultados deseados se hace una sesión de mantenimiento cada cuatro o seis semanas. Cuando la intervención en la piel es profunda, las sesiones se espacian más en el tiempo y el tratamiento completo se repite una vez al año. Si el peeling es muy profundo no suele repetirse en años.

 

 

Durante el procedimiento se puede notar una leve sensación de picor más intensa cuanto más profundo sea el peeling. De forma excepcional puede aparecer lagrimeo, enrojecimiento, inflamación y costras esto es completamente normales.

Después del tratamiento la higiene es inexcusable, es imprescindible la protección solar y evitar la exposición directa al sol. Cada paciente contará con un tratamiento personalizado, proporcionado por su doctor. Debe seguir los consejos de su dermatólogo para evitar infecciones bacterianas, herpes, cicatrices, alteraciones de la pigmentación y alergias. En caso de que quiera maquillarse es recomendable esperar al menos 30 minutos después del peeling para que el pH de la piel se normalice. Tampoco se debe exponer a calor, saunas o realizar ejercicios físicos hasta la semana siguiente a la realización del peeling.

En los peelings superficiales el paciente presenta una reacción similar a una quemadura solar que desaparece en 3-4 días. En el caso del peeling medio la reacción dura entre 7 y 10 días. Tras el tratamiento el paciente presentará un enrojecimiento y descamación de la piel, más intensa y duradera cuanto más profunda sea el peeling.

Advertencia: el procedimiento de peeling químico debe ser llevado a cabo única y exclusivamente por médicos dermatólogos certificados solamente.

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